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Tienes una propuesta

Única

Pasó el tiempo de los gimnasios sin personalidad, de los genéricos, de las marcas blancas. Tú quieres que tu propuesta tenga tu toque singular.
Si es así, vamos a entendernos. Tanto si te diriges a un segmento de la población, como si te centras en una única actividad o si quieres distinguirte por otro aspecto, te aseguro que juntos vamos a conseguir transmitir a través del local esa singular propuesta de salud y deporte.

Porque la decoración tiene mucho valor que añadir en tu gimnasio.

Una propuesta de relaciones

Estudiaremos tu gimnasio como ese espacio donde se dan muy diferentes relaciones.
Con entrenadores, con conocidos, desconocidos y con uno mismo.

Una fachada que venda. Vamos a estudiar el modo de mostrar a la calle parte de lo que está sucediendo dentro. Sin provocar en los usuarios una exposición que resulte incómoda, pero sugiriendo a los transeúntes el atractivo de cuanto sucede en el interior.

Una distribución cómoda de espacios. Espacios bien delimitados, eligiendo su ubicación en función de los usos previstos y facilitando movimientos cómodos a las personas usuarias.

Atención especial a la seguridad. Incorporaremos a las primeras fases del proyecto tus necesidades de seguridad tanto en los accesos (que podemos automatizar con sistemas inmóticos) como en vestuarios.

Confort en vestuarios. El diseño en esta zona es absolutamente definitivo porque es donde tu clientela necesita sentir seguridad, confort y privacidad después del esfuerzo realizado.

Zona de venta de producto. Estudiaremos con cuidado su diseño y ubicación porque, si conseguimos atraer las miradas, tendrás en tu local un comercial que trabaja de forma silenciosa y redondea tu facturación.

Unidad y cohesión. Porque no hablamos solo de estética, sino de un proyecto que debe responder a tu estilo y a las expectativas ofrecidas al cliente.

Mucho más que salud y deporte: tu gimnasio propone un estilo de vida

Hoy, un gimnasio es mucho más que el lugar al que ir a tonificar músculos y quemar calorías. Es el lugar donde acabar con las tensiones de una jornada laboral o en el que iniciarla con energía. Es un lugar en el que socializar y relacionarse con personas con las que no te cruzarías salvo allí. Es un espacio en el que encontrarse con uno mismo, retándose, superándose. Es el sitio en el que una persona puede mirarse al espejo y reconocer la importancia de su cuerpo. 

Por eso, tu gimnasio es mucho más que una idea relacionada con la salud: está proponiendo un estilo de vida. 

Una experiencia memorable

Salas, máquinas, dimensiones de los pasillos, presión de las duchas… Son muchos los aspectos que vamos a cuidar. Pero lo más importante es entender que, al organizar un gimnasio, estamos definiendo cómo van a ser las experiencias que van a vivir allí las personas usuarias, cuáles las sensaciones con las que se van a quedar.

Mobiliario ergonómicamente perfecto. Desde la zona de espera o maquillaje hasta el lavacabezas.

Vigor y buenas vibraciones en las salas donde el trabajo es individual y buen ambiente aún donde se realizan sesiones colectivas.

Posibilidades de socialización si tenemos cafetería.

Bienestar y privacidad en las duchas, en la sauna y el spa y en el vestuario.

Seguridad en todo el recinto.